Reconocernos en el otro, respetarnos, valorarnos, procurar el bienestar de los demás sin tener en cuenta su género ha sido a título personal uno de mis mayores anhelos. He trasegado por varios lugares y haber aterrizado en AREANDINA hace algo más de cinco años fue sin duda la respuesta a esa energía en la que he vibrado.

Una institución de educación superior de acceso, con acreditación de alta calidad multicampus, líder nacional en implementar políticas de trabajo basadas en la felicidad  y además reconocido en 2021 como uno de los mejores lugares para trabajar para las mujeres , ocupando la posición No. 2 en la categoría de más de 1500 colaboradores según la firma global Great Place to Work; es un privilegio que tenemos actualmente 1440 compañeras, incluyéndome, que hacemos parte de esta organización que cuenta con 2400 trabajadores en total.

Con esta introducción podrán imaginar lo que significa para mí como directora académica del programa profesional en Gastronomía y Culinaria, mujer, madre y lo más importante como “ser humano” ser facilitadora y gestora en la elección de AREANDINA como sede oficial del II Foro Gastromujeres 2022, Caminos para la sostenibilidad, considerando, la inequidades de género que persisten en el sector gastronómico.

Es mi deseo que  en este encuentro además de visibilizar el liderazgo,  trabajo y proyectos de varias mujeres que han logrado posiciones de reconocimiento  en el sector, también reflexionemos colectivamente sobre las realidades de nuestra industria gastronómica. Una de suma importancia atiende a que el 27.2% de los Colombianos que trabajan formalmente lo hacen en la la rama de comercio, hoteles y restaurantes, el porcentaje más alto por sector. Ahora bien, el 33,4% de los puestos de trabajos formales en la nación relacionados a esta rama son ocupados por mujeres , labor que exige jornadas largas, turnos partidos, esfuerzo físico y la disponibilidad de horarios, principalmente en fines de semana y fechas especiales, ello sumado al creciente número de madres solteras, cabezas de hogar, nos obliga a pensar que además de estas condiciones laborales en muchos casos, ellas, trabajan dobles y triples jornadas junto a los quehaceres  domésticos que no son remunerados económicamente.

Es entendible que muchos empresarios gastronómicos prefieran ocupar sus cargos de nivel con personas que puedan acomodarse a las demandas y exigencias de sus establecimientos pero definitivamente crear políticas incluyentes y equitativas considerando los roles que deben asumir las mujeres, reduciría ostensiblemente los niveles de pobreza del país que hoy rondan en un 16% multidimensional a nivel nacional y en un 31.1% en zona rural  y que seguramente son un espejo de las circunstancias de otros países hermanos. Se hace necesaria la voluntad de emitirlas e implementarlas y es allí donde las empresas también deben hacer aportes significativos.

¿Como lograremos ser coherentes  con el rol protagónico que ha tenido la mujer en la pervivencia de nuestras cocinas, un rol que se enuncia en  la política para el conocimiento, salvaguardia y el fomento de la alimentación y las cocinas tradicionales de Colombia

y que contrasta con la escasa visibilidad  que tienen, tanto en el entorno nacional como en la promoción de Colombia en el exterior?

Emergen estos y  otros cuestionamientos que como sociedad debemos resolver, sin duda hemos avanzado, pero, según el Foro Económico Mundial pasaran 200 años más para que la brecha global de género desaparezca. Debemos avanzar con más determinación en este sueño llamado equidad.

Viviana Nariño Bernal.
Directora Programa profesional en Gastronomía y Culinaria.
@vivinarino

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